lunes, 10 de julio de 2017

Académico e Investigador de la UNAM: 
“Estos cañones no los tiene ni Obama”

Uriel Allan Aceves Rodríguez, Físico, por la Facultad de Ciencias de la UNAM, graduado con Mención Honorífica, aceptado por la universidad de Aachen, Alemania (RWTH), como parte de un reducido grupo de alumnos seleccionados de todo el mundo para estudiar una Maestría en Ciencias de la Simulación, ganador de una de las becas nacionales CONACYT-DAAD para estudios en Alemania. (Y orgullosamente sayulense)


Uriel Allan Aceves Rodríguez* (Dated: 3 de julio de 2017)
I. MEXICO, CREENCIAS Y CIENCIA ´
México, no está de mas decirlo; es un país con un conjunto de creencias firmemente arraigadas. Y eso no debería ser un problema para la ciencia mexicana. ¿Por qué no creer?, ¿qué daño hace?, ¿acaso lo que yo crea daña a la ciencia? La verdad es que individualmente, creer no hace daño, pero es nuestra costumbre colectiva de hacerlo la que puede a llegar a tener un papel fundamental.
La prueba más contundente de esto la podemos ver quizá durante la Inquisición, en donde una sociedad basada en creencias (el catolicismo en este caso) llegó incluso a luchar contra el avance científico quemando en la hoguera a personajes como Giordano Bruno y Michael Servetus por ser considerados herejes. Y cómo olvidar el famoso “Eppur si muove” de Galileo Galilei que le valió el odio del papa y ser recluido de por vida, cuando defendía su aseveración de que la tierra se mueve alrededor del sol.
En este caso Galileo sabía, tenía pruebas y datos apoyando lo que decía. El papa, por otro lado, creía que el sol giraba alrededor de la tierra, y es este “creía” el que llevó al Santo Oficio, la Inquisición y a Paulo V a declarar que esta idea era “una insensatez, un absurdo en filosofía, y formalmente herética” [1]. Así que, por el bien de la discusión que me propongo realizar en este texto, debemos dejar en claro que creer no es saber. Si un individuo cree algo no necesita pruebas, le bastaría simplemente con voltear hacia el firmamento, abrir los brazos y declarar que cree. Saber; bueno, saber es más difícil.
A. Los OVNI de Cantarell
Repasemos aquí uno de los sucesos más vergonzosos en la historia de la Fuerza Aérea Mexicana. El viernes 5 de marzo de 2004, un avión Merlín C26A propiedad de la Fuerza Aérea Mexicana volando sobre Campeche y Chiapas grabó con un dispositivo Star SAFIRE II alrededor de 11 objetos no identificados flotando en el cielo, más aún todos eran objetos que su radar no había podido detectar [2]. La Fuerza Aérea se quebró la cabeza durante algún tiempo tratando de encontrar explicaciones para este fenómeno. Hasta que por fin el 20 de abril llegaron a una decisión, le mostrarían las cintas a los expertos en el tema. La UNAM ese año recibía $15,096,140,562 de presupuesto federal [3], el Instituto de Geofísica contaba  con 65 investigadores y 48 técnicos académicos [4], el Centro de Ciencias de la Atmósfera a 39 investigadores y 39 técnicos [5], sin contar a los físicos del Instituto de Física.
La Fuerza Aérea hizo lo que creyó correcto, consultaron a Jaime Maussan y le pidieron su opinión “profesional”. Puede tomarse el lector un minuto para reírse de esto y regresar. Jaime Maussan por supuesto que les dijo que eran extraterrestres, ¡y de los más verdes!. Un científico serio no habría tomado mucho tiempo en descubrir que dichos objetos voladores (detectados por el dispositivo infrarrojo e indetectables por el radar) eran las zonas más calientes de las columnas de fuego provenientes de la punta de pozos petroleros. Les tomó menos de 5 minutos ver las coordenadas y verificar que en efecto en dichos lugares se encontraban pozos petroleros. ¿Es gracioso que la fuerza aérea haya consultado a un charlatán en lugar de los científicos que la nación ha creado y pagado? Sí, pero no deja de ser trágico, y es un gran reflejo de nuestra sociedad. Durante más de un mes estuvieron pensando a quién enseñarle las grabaciones para obtener respuesta, y después de una larga consideración decidieron acudir a alguien que vende propaganda, no a la ciencia. Su reacción pensada y rumiada fue dirigirse a alguien con cierta fama entre la población, acudieron a alguien que hace creer a la gente que sabe de lo que habla, no a la gente que tiene un título que demuestra que sabe de lo que habla.
Y eso les valió ser la burla de los ejércitos del mundo durante algunos años. ¿Pero qué tiene que ver el ridículo de la Fuerza Aérea con los cañones antigranizo de Sayula? Guardemos esa historia, que vamos a regresar a ella muy pronto.
II. PRIMER COMBATE TECNOLOGICO AL ´ GRANIZO
Las tormentas de granizo pueden llegar a ser devastadoras para los agricultores, sobre todo para los que plantan cultivos suaves. Podríamos utilizar magia o rezos para mantenerlo lejos [6], o considerarlo como un golpe ocasional del destino. Lo que es cierto es que los agricultores, víctimas de estos problemas han tratado de atacarlos desde distintos frentes.
A. Formación de granizo
Lamentablemente, tenemos que entender el proceso de formación de granizo para poder hablar de su supresión. Así que tomaremos como base el trabajo de Wieringa y Holleman para explicar este proceso [7] e intentaremos2 hacerlo amigable al lector.
El granizo se desarrolla en nubes del tipo cumulonimbus altas. Este tipo de nubes se forman si la diferencia de temperaturas entre la tierra y el aire encima es muy grande. Al aire, al igual que a muchos de nosotros, no le gusta estar en zonas calientes y su movimiento natural es de zonas de más calor a zonas de menos calor. En parte por escapar del calor y por su profundo respeto a la segunda ley de la termidinámica. Así pues, cuando la tierra está muy caliente y el aire arriba muy frío, el aire en la superficie sube en corrientes de aire, las famosas ”termales”. A medida que sube se va enfriando, de tal manera que en el camino el vapor de agua comienza a condensarse y formar gotitas muy pequeñas.
Ahora viene lo bueno, si la zona en que están las gotitas está a más de -40 grados centígrados el granizo no puede comenzar a formarse; a menos que se encuentren con algo que tenga una estructura similar al hielo, digamos que a menos que tenga maqueta. Si tiene dicha maqueta entonces puede comenzar a formarse granizo a partir de los -4 grados centígrados. Ahora, las bolitas de granizo no pueden estar volando en la nube así como asi, ¿recuerdan nuestra corriente de aire caliente subiendo? Bueno, si estas corrientes son un poquito más fuertes que la velocidad de caída del granizo entonces lo pueden mantener “flotando” y mientras flota el granizo puede recolectar agua de las gotas e ir creciendo, algo así como ir haciendo su cooperacha de agua. Si la corriente no fuera lo suficientemente fuerte, o el granizo se vuelve muy pesado, entonces cae a la tierra, desde su nube ubicada más o menos a 5 km del suelo.
B. Combatir el granizo con fuerza bruta
Supongamos que las tormentas de granizo son inminentes. Entonces se debe combatir el problema, la gente ha hecho esto desde dos frentes. El enfoque moderno es tratar de influenciar la formación de granizo “sembrando” núcleos en las nubes. Discutamos primero el enfoque antiguo, fuerza bruta para destruir o debilitar al granizo. Una manera obvia de lograrlo sería debilitándolo por medio de explosiones. Aquí hacemos un paréntesis para mencionar las tan escuchadas palabras “en Sayula no llueve porque se la pasan aventando cohetes en cada fiesta, no llueve porque es un pueblo cohetero”, y les recuerdo que antes de los cañones este era el agente maligno espanta lluvias número uno. Volviendo al tema, Ruby en 1938 [8] y Vittori en 1960 [9] sugirieron el uso de ondas de choque para crear burbujas de aire en ciertas zonas y hacer caer al granizo (porque lo que mantiene al granizo en el aire es la corriente de la que hablábamos arriba). Fueron desarrollados entonces cohetes antigranizo y se popularizaron en Italia, China, Kenia y los Balcanes. Sin embargo es bien sabido que el granizo tarda aproximadamente 5 minutos en caer y que la caída más grande es al inicio [7]. Entonces los cohetes no cumplían su propósito, sino más bien amenizaban la fiesta de bienvenida del granizo.
Para cuando el granizo llegaba a tierra y se lanzaban los cohetes ya no había nada que hacer. Pero probablemente el granizo estaba feliz de la vida por tan suntuoso recibimiento. ¿Y si los lanzamos antes? Bueno, suponiendo que “sabes” (no crees) cuándo va a caer el granizo podría hacerse un intento, pero List demostró en 1967 que de hecho un kilo de dinamita no afectaba casi en nada al granizo a una distancia de 5 metros en el laboratorio [10]. Antes de eso, Blaserna y Marazzi habían mostrado que 250 cohetes, cada uno cargando 8 kg de explosivos no habían tenido efecto en la caída del granizo [11] (eso son dos toneladas de dinamita, para más rápido). Un meteorólogo ruso calculó que serían necesarios 100,000 cohetes para afectar una nube (sí, nomás una) de manera apreciable
[7]. Ahora seamos humildes ¿son nuestros cañones Sayulenses tan poderosos como para replicar esas 800 toneladas de dinamita? No, ni de cerca. Y no es que lo crea, es que he leído la patente de estas máquinas y lo sé, no son así de poderosos. Si no me creen sáquenle punta a sus lápices, vayan a esta referencia [12] y calcúlenlo por sí mismos. ¿Listo? ¿No? Bueno, pero luego no quiero a nadie hablando de que “creen” que sí funciona. Porque les di la oportunidad de saber. Más que eso, aunque hablamos de granizo, el mecanismo para la lluvia es exactamente igual con respecto a estos cohetes. Así que no hay que repetir todo esto para la lluvia, ¡ya lo tenemos hecho! Hemos pues, demostrado que los cohetes u ondas de choque de esta envergadura no matan al granizo ni a la lluvia (ya sean explosiones, acetileno, o cualquier cosa que funcione bajo el mismo principio). Y que si se quisiera lograr, se necesitaría el equivalente a 800 toneladas de dinamita explotando justo por debajo de la nube, simultáneamente, para cada nube. Estamos en el entendido entonces de que por este frente los cañones antigranizo de Sayula no están robándole sus tan conocidas lluvias de abril a junio (que es cuando comienza y tiene su apogeo el activismo anticañones antigranizo). Pero, un momento, ¿es que en Sayula llueve en esos meses?
Tabla I. Precipitación en Sayula (datos históricos)
Precipitación (mm)
Enero 18; Febrero 8; Marzo 7; Abril 6;  Mayo 44; Junio 173;  Julio 170;  Agosto 117;
Septiembre 116; Octubre 73; Noviembre 16 y  Diciembre 19
Con excepción de junio la respuesta es no [13]. Pero sigamos nuestro camino.3
III. ENFOQUE MODERNO, PLANTANDO
NUCLEOS ´
La forma moderna de supresión de granizo se conoce como supresión por siembra de yoduro de plata [14]. Antes habíamos hablado de que si en la nube las gotas de agua tienen la “maqueta” del hielo, entonces se puede comenzar a formar granizo a partir de los -4 grados Celsius. Pues bueno, el yoduro de plata es perfecto para el trabajo, es la maqueta que buscábamos. La hipótesis va de la siguiente manera. Sabemos que si hay maquetas en la nube se intentará formar granizo. Si plantáramos un núcleo tendríamos un granizote, si sembráramos dos, tendríamos dos de la mitad del tamaño (igual nos matan, pero al menos nos dejan reconocibles... Creo). ¿Y si sembramos muchos? ¡Un millón (o milochomil)! Bueno, tendríamos muchas bolas de granizo muy pequeñas ¿cierto? Y probablemente se derretirían al caer, para cuando lleguen al suelo van a ser más agua que hielo. ¡Entonces esa es nuestra solución! ¡Esos son los granizos opresores antigranizo que nos quitan las lluvias! ¡Los cañones que causan cáncer! (Quisiera decir que es broma, pero he leído eso muchas veces, también causan cáncer al parecer) La
verdad es que, aunque suena bien en la teoría, como los cohetes, en la práctica es una cosa muy distinta.
A. Uso y desuso de los cañones mágicos
Muchos países adoptaron el uso de estos cañones a finales de los 70 y principios de los 80. Todos con cierto recelo, debido a que su eficiencia no estaba probada. A finales de los 70 y principios de los 80 muchos países
comenzaron a usar estos cañones para plantar núcleos, y durante algún tiempo el propio gobierno apoyaba el uso de estos. Pero como al gobierno no le gusta desperdiciar el dinero (por ejemplo Javier Duarte) decidieron hacer dos grandes experimentos para determinar si servían o no esas máquinas mágicas del demonio, uno en Europa occidental (Francia, Suiza y Alemania) conocido como el “gran experimento” (Grossversuch para los compas) [15]. Y otro en Estados Unidos conocido como el “Experimento Nacional de Investigación del Granizo” [16]. Los resultados mostraron que no había diferencias estadísticamente significativas en la caída de granizo en nubes plantadas y nubes no plantadas. Es decir, se cebó otra vez, daba igual si se aventaban cosas al cielo o no.
Posteriormente muchos países, llevaron a cabo sus propios estudios y concluyeron lo mismo, por ejemplo en Eslovenia [17] y en Serbia [18]. En Estados Unidos el financiamiento de estos cañones fue retirado prácticamente a principios de los 90 [14]. Muchos científicos han hablado en contra de financiar (no en contra de usarlos, porque ya los estoy viendo usando mal mis palabras) la supresión del granizo por medio de cañones, por ejemplo [14, 19– 21] entre otros. De aquí se puede concluir que plantar núcleos en las nubes es una actividad infructuosa y pertenece a las técnicas inútiles de modificación del clima. Como danzarle a Tláloc para que llueva o deje de llover, como sea el caso.
Así que el marcador queda, cañones 0 - 2 lluvia y granizo.
IV. PREGUNTAS Y ARGUMENTOS FRECUENTES
A continuación se mostrarán algunas de las preguntas y respuestas más frecuentes que he recibido a mis argumentos en las redes sociales, por parte de gente sumamente preparada y docta en el tema. ¿Y a este idiota quién le pidió su opinión?
Bueno, resulta que cuando uno comenta en un foro público corre el riesgo de recibir opiniones de otros “idiotas”, como parte de ese selecto grupo de idiotas opinantes tengo el derecho y las bases para dar opiniones bien fundamentadas.
Tú no vives en Sayula, así que no puedes hablar de esto. Eso es un argumento ad hominem y es una falacia argumentativa. El hecho de que no viva en Sayula no me imposibilita para conocer los hechos, la teoría y las investigaciones al respecto. Así que mis argumentos siguen siendo igual de válidos. Por otro lado, el granizo, las nubes y el aire Sayulense no tiene nada de especial, en otras partes del mundo también tenemos de esos.
Si tanto sabes ¿por qué no vienes a dar una conferencia? Esta es muy buena, de hecho me hizo reír mucho la primera vez que la vi. Porque tengo cosas que hacer, ¿por qué no vienen y me convencen de que los cañones mágicos disipan las lluvias? Si está demostrado que los cañones no funcionan, entonces ¿por qué los usan los aguacateros? No lo se, a ciencia cierta. Pero si tuviera que aventurar una respuesta, diría que es por la misma razón que se organizan marchas y movilizaciones contra los cañones. Porque “creen” que hacen algo. ¿Recuerdan nuestra plática de creer y saber? Bueno, pues ahí tienen otro ejemplo de cómo las creencias pueden influenciarnos.
Hoy llovió, y no he escuchado los cañones. Aparte en la calle oí que el inge anda enfermo, es por eso. No, no y no. Si digo, hoy me desperté y el sol salió, no quiere decir que el sol haya salido porque me desperté. Que dos hechos estén relacionados no quiere decir que uno cause al otro.
Además, que tal que si lo que causa la lluvia es que el inge se haya enfermado ¿no tiene sentido? Aaaaaaaah. Si uno tiene que inventar y creer mentiras para que lo que dice siga siendo verdad, entonces su verdad es increíblemente débil.
¿Y tú quién eres? Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los Ejércitos del Norte, General de las Legiones Félix, leal sirviente del único emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, esposo de una esposa asesinada, y juro que me vengaré en esta vida o en la otra.
Soy físico, por la Facultad de Ciencias de la UNAM, graduado con Mención Honorífica, aceptado por la universidad de Aachen, Alemania (RWTH), como parte de  un reducido grupo de alumnos seleccionados de todo el mundo para estudiar una Maestría en Ciencias de la Simulación, ganador de una de las becas nacionales CONACYT-DAAD para estudios en Alemania. Antiguo Ayudante de Asignatura B y Profesor de Asignatura A del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la UNAM. He dado cursos de Introducción a la Mecánica Cuántica, Métodos Numéricos para Sistemas Dinámicos, Introducción a la Información y Computación Cuántica, e Introducción a la Dinámica No Lineal y Caos Determinista.
He realizado investigación en Dinámica Molecular en el estudio de propiedades electrónicas de materiales complejos, reconstrucción de imágenes tomográficas, simulación computacional de crecimiento de cristales (sí, como el granizo) y experimentos de óptica cuántica (en donde publiqué un artículo en la Revista Mexicana de Física E como autor único).
V. LA FRUSTRACION DE LA CIENCIA ´
Quiero cerrar este escrito advirtiendo los riesgos que corre una sociedad así, que cree cualquier cosa a la primera sólo porque otra persona los convence. En Estados Unidos, Francia y otros países se comienzan a ver brotes de Sarampión, una enfermedad que se había casi erradicado, ¿por qué hay brotes?, porque los padres ven videos de YouTube donde un tipo que da clases de Yoga les advierte del peligro de vacunar a los niños, “las vacunas causan autismo” dicen, ¿hay información en internet? Cientos de estudios que demuestran que las vacunas no causan autismo.
Pero la gente es sabia e inteligente y cuando tienen que elegir entre un científico y alguien que no sabe nada del tema pero “cree” ciertas cosas, toman la decisión correcta, creen en el charlatán. El Sarampión puede ser mortal, y por una decisión tonta estos padres ponen en peligro a sus hijos. Y ahora se ven pequeñas epidemias de Sarampión, algo que no debería pasar. ¡Tenemos la ciencia para que no pase!
Volvamos al inicio. ¿Por qué tomarse la molestia de contar la historia de los OVNI de Cantarell? Porque creo que ejemplifica a la perfección lo que pasa en Sayula, tienen la oportunidad de consultar a gente que sabe y deciden creer el primer chisme que escuchan en la calle.
Hacen marchas, manifestaciones, se reúnen con diputados federales para que regulen estos cañones demoniacos, que están dañando la zona, que nos tienen metidos en esta horrible sequía. Y su única base es que “creen” que los culpables son los cañones, nadie tiene datos, nadie tiene artículos, nadie tiene pruebas que sustenten lo que pregonan. Se inventaron un conflicto y en su imaginación se convirtieron en los héroes de la historia, los que les van a decir a sus nietos “yo una vez ayudé a salvar la lluvia”.
Hay luchas más grandes que su problema imaginario, sólo tienen que salir a la calle y observar su ciudad. ¿Por qué no luchar con esas situaciones reales? Les diré por qué; porque es más fácil combatir un problema imaginario y darse palmadas en la espalda junto a los otros activistas de la lucha cuando “triunfen”. Ahora los lectores tienen la oportunidad de elegir, por un lado tienen los datos, los artículos y la ciencia que dicen que no son los cañones los que destruyen sus amadas lluvias. Por otro lado la creencia de que sí son los cañones. Mientras no salga alguien a defender científicamente y con base en estudios sus argumentos creo que la decisión es simple ¿no creen?. (Uriel Allan Aceves Rodríguez)

[1] M. White, Galileo anticristo. Una biografía. Almuzara, 2009.
[2] J. C. Smith, “The mexican air force ufo affair: Aliens, ball lightning, or flares?
http://www.skeptic.com/eskeptic/04-07-24/,” 2004. [En linea; accesado 30-Junio-2017 ]. [3] UNAM, “Presupuesto de ingresos 2004,” 2004. [4] I. de Geof´isica UNAM, “Memoria 2004,” 2004. [5] C. de Ciencias de la Atm´osfera UNAM, “Informe de labores 2004,” 2004. [6] G. M. M. Jr., “A general description of the hail problem in the po valley of northern italy,” Journal of Applied Meteorology, vol. 12, no. 2, pp. 338–353, 1973. [7] J. Wieringa and I. Holleman, “If cannons cannot fight hail, what else?,” Meteorologische Zeitschrift, vol. 15, pp. 659–669, 12 2006.
[8] C. F. Ruby, “Nouvelles ´etudes sur la grˆele,” Les Etudes ´ rhodaniennes, vol. 14, no. 2, pp. 107–184, 1938. [9] O. Vittori, “Preliminary note on the effects of pressure waves upon hailstones,” Nubila, vol. III, no. 3, pp. 34–52, 1960. [10] R. List, “On the effect of explosion waves on hailstone models,” Journal of Applied Meteorology, vol. 2, no. 4, pp. 494–497, 1963. [11] J. Pernter, “Das ende des wetterschiessens,” Meteorol. Zeitschrift, vol. 24, no. 3, pp. 97–102, 1907. [12] C. Graber, “Vortex cannon with enhanced ring vortex generation,” Dec. 22 2015. US Patent 9,217,392. [13] Climate-Data.org, “Datos climatológicos de sayula jalisco, https://es.climate-data.org/location/872469/,” 2017. [En linea; accesado 30-Junio-2017 ]. [14] M. B. Gavrilov, L. Lazi´c, A. Pe?sic, M. Milutinovi´c, D. Markovi´c, A. Stankovi´c, and M. M. Gavrilov, “In- fluence of hail suppression on the hail trend in serbia,” Physical Geography, vol. 31, no. 5, pp. 441–454, 2010. [15] B. Federer, A. Waldvogel, W. Schmid, H. H. Schiesser, F. Hampel, M. Schweingruber, W. Stahel, J. Bader, J. F. Mezeix, N. Doras, G. D’Aubigny, G. DerMegreditchian, and D. Vento, “Main results of grossversuch iv,” Journal of Climate and Applied Meteorology, vol. 25, no. 7, pp. 917–957, 1986. [16] C. A. Knight, G. B. Foote, and P. W. Summers, “Results of a randomized hail suppression experiment in northeast colorado. part ix: Overall discussion and summary in the5 context of physical research,” Journal of Applied Meteorology, vol. 18, no. 12, pp. 1629–1639, 1979. [17] J. Rakovec, B. Gregor?ci?c, A. Kranjc, T. Mekinda, and L. Kajfe?z-Bogataj, “Some evaluations of hail suppression system efficiency in slovenia, yugoslavia,” Theoretical and Applied Climatology, vol. 41, pp. 157–171, Sep 1990. [18] N. Aleksi´c, “Precipitation effects of hail suppression in serbia,” Theoretical and Applied Climatology, vol. 40, pp. 271–279, Dec 1989. [19] B. J. Mason, “A course in elementary meteorology,” Braknell, 1978. [20] J. Rakovec and A. Waldvogel, “Hail suppression — problems and perspectives,” Theoretical and Applied Climatology, vol. 40, pp. 177–178, Dec 1989. [21] W. M. Organization, “Statement on the status of weather modification: Cas-mg2/doc, 4.4.1 ap´endice c,” Oslo, 2007.

De la redacción: Hemos hecho nuestro mejor esfuerzo en Horizontes al preguntar a quien sabe, a los calificados científicamente, para explicar el funcionamiento de estos controvertidos artefactos llamados cañones antigranizo, con el ánimo de que quienes se vuelven hasta agresivos cibernáutas o manifestantes que, queremos creer están confundidos o engañados, y en el peor de los casos, utilizados con fines políticos, sepan lo que opinan los que verdaderamente saben sobre los daños o no que provocan estos cañones. Queremos explicar, como ya lo comentamos anteriormente, que desde hace años (dos al menos) ya algunos expertos ambientalistas opinaban que en realidad la falta de lluvias se debía a otros problemas, entre ellos el calentamiento global, experimentándose una sequía a nivel continental y mundial. Se entiende que en lo común se piense que los culpables son los cañones, pero ese es el problema, porque mientras se especula lo que no es, se desdeña la lucha por lo que verdaderamente es. Como bien dice Uriel “creer no es saber”. Hemos sido objeto hasta de insultos como el que “estamos vendidos” a los aguacateros, a las autoridades, olvidan que nuestra política toral es la objetividad, nunca avalaremos algo que anticipadamente sabemos es falso, si lo hiciéramos caeríamos en lo tendencioso, los que así lo hacen allá ellos. Por lo demás agradecemos la colaboración de Uriel Allan, destacado académico de la UNAM (no es un estudiante de postgrado como lo calificó groseramente Federico González), y ojalá y los mismos manifestantes promovieran una conferencia con especialistas como el paisano u otros de su talla para que ellos y el público en general salieran de dudas respecto a estas creencias.

1 comentario:

  1. He leído pasmado y con una gran vergüenza como académico la forma como el periódico Horizonte ha publicado un artículo por el joven Fis. Uriel Allan Aceves Rodríguez y próximo estudiante graduado de la RWTH (Aachen, Alemanía). Si, efectivamente, aún no tiene el honor de considerarse estudiante graduado de dicha institución de indudable prestigio (vecina de la Universidad de Colonia, Alemania, en donde actualmente me encuentro). Una vez que termine los cursos de idioma y orientación que la DAAD le requiere a estudiantes extranjeros, el joven Fis. Aceves Rodríguez podrá añadir esa estrella a su currículo.

    Yo también soy de Sayula y en este momento me encuentro pasando el verano en mi pueblo natal. Es aquí en donde me comentaron sobre las ofensas escritas por dicho joven, por lo que decidí buscar el artículo y dedicarle un poco de mi tiempo a su lectura. Por lo que antes de continuar quiero púbicamente aceptar la invitación del Fis. Aceves Rodríguez a debatir el tema. Lo podemos hacer aquí o en Alemania, donde mejor le acomode.

    Siguiendo la línea de arrogancia que el joven Fis. Aceves Rodríguez ha marcado, yo siempre he dicho que no hay mayor brutalidad que la que nace de la ignorancia. Pero también he dicho que no hay mayor sabiduría que la que se hereda culturalmente por generaciones. Seguido comento como de chico Felipa, una indígena que no sabía ni leer ni escribir y que convivió con mi familia por 5 generaciones, me curó de unas ampollas en el cuello producto del piquete de un insecto (Arlomo). Los médicos de Sayula no sabían como curarme. Felipa, literalmente usando una yerba: “Veni, Vidi, Vici”; a esto me permito usar una cita latina (lo que tanto le gusta al Fis. Aceves Rodríguez y la cual se atribuye a Julio César). Por lo que sólo puedo decir que el desprecio a la sabiduría cultural del pueblo, también representa brutal ignorancia.

    Recientemente un amigo, aquí en Sayula, me decía que aunque él no era muy preparado, el veía como cuando se abusaba de los cañones sónicos se abría un agujero entre las nubes y lo que parecía iba a resultar en lluvia era inhibido.

    Por lo que con mucho gusto le puedo también conceder una entrevista a la revista Horizontes a fin de explicarle en términos científicos, basados en los principios de la termodinámica (principalmente el primer principio) como si es posible que dichos instrumentos inhiban localmente la lluvia. Considero que antes que insultar hay que conocer y hay que estudiar a fondo. Pero los detalles técnicos los reservo para el debate o la entrevista propuestas.

    En relación al resumen curricular que tan humildemente el Fis. Aceves Rodríguez ha dado a conocer. Me llama la atención su única publicación, en la Revista Mexicana de Física E, revista en la cual yo siempre me negué a publicar por carecer la misma de reconocimiento internacional alguno. Hablemos de números, el índice de impacto promedio de los últimos 10 años de dicha revista es 0.24. “Intentaremos hacer amigable al lector” este número, lo que quiere decir es que de cada 4 artículos que se publican en esa revista sólo uno es citado y ese uno puede ser una auto cita. En otras palabras, a nadie le importa lo que se escribe en dicha revista. Pero no quiero abusar de la inexperiencia, por lo que no haré más análisis curricular de el Fis. Aceves Rodríguez.

    Junto con esta nota, le envío un correo electrónico a la revista Horizonte invitándolos a ponerse en contacto conmigo a fin de discutir el tema – desde el punto de vista científico e imparcial, claro está.

    Atentamente,

    Dr. Sergio E. Quiñones Cisneros
    Mi información curricular se puede ver en esta liga: https://www.researchgate.net/profile/Sergio_Quinones_Cisneros2
    De lo que sólo quiero hacer mención a una de mis publicaciones, bastante citada y la cual incluye la contribución pluvial al balance hidráulico del Lago de Chapala:

    de Anda, J.; Quiñones-Cisneros, S. E.; French, R. H.; Guzmán, M., HYDROLOGIC BALANCE OF LAKE CHAPALA (MEXICO). JAWRA Journal of the American Water
    Resources Association 1998, 34 (6), 1319-1331.

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