domingo, 20 de marzo de 2016

Sentido deceso de Beto De Anda

Sorpresivo como sentido fue el fallecimiento el pasado Martes por la madrugada de Heriberto De Anda Cantero, miembro de estimada y numerosa familia de la localidad. Tenía 75 años de edad cuando la muerte lo sorprendió por complicaciones de salud que ya no pudo superar falleciendo en un hospital de Ciudad Guzmán hacia donde había sido conducido por sus familiares tratando de recibir una mejor atención, empero, ya nada se pudo lograr. Beto, fue velado en su domicilio de la calle Ramón Corona y ante un gran acompañamiento de familiares y amigos fue sepultado este Miércoles por la mañana.
Hospital, foco de infección se denuncia

**Al menos dos personas recientemente fallecidas se habrían contagiado en ese lugar

Personas que se asisten por alguna enfermedad en el Hospital Regional de Sayula se han contagiado de influenza según comentarios a Horizontes de familiares de personas que incluso fallecieron pacientes por complicaciones derivadas de esta enfermedad. Trasciende de que el mencionado nosocomio no cuenta con la infraestructura necesaria para en su caso aislar a los enfermos de influenza por lo que al estar revueltos con otros pacientes se contagian entre ellos mismos. Por otro lado se comenta que ha ido a la alza esta enfermedad sobre todo atacando a personas vulnerables esto último considerado no sólo por la edad de las personas sino vulnerabilidad por otros factores como pueden ser la obesidad, la diabetes, entre otros factores según comenta a Horizontes el doctor Miranda, conocido especialista de la localidad.
Alarma ya por “levantones” y desapariciones
Se ha generado ya una alarma a nivel estatal y nacional por el nivel de desapariciones y/o “levantones” que revelan un deterioro gigantesco de inseguridad. El periodista Rubén Martin lo comenta claro y preciso “No son rumores, ni estrategias para generar miedo. Los casos de desapariciones o intento de levantones de personas, especialmente chicas jóvenes y niños es una alarmante realidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara y en muchos municipios. Pero los gobiernos no están a la altura de la grave crisis de desapariciones que tenemos. Es indignante que los casos denunciados en redes sociales, pero también ante la Fiscalía General del Estado y ante las policías de los municipios metropolitanos no hayan generado una reacción del tamaño del desafío que se tiene enfrente. Solamente en una década en Jalisco, se tienen casi el mismo numero de desaparecidos en tres décadas en España; en tanto, en nuestro Estado existen diez veces más desaparecidos que en todo Uruguay, por citar un par de ejemplos.
El grave problema de las desapariciones se ha vuelto una crisis grave en Jalisco, especialmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El año pasado se desapareció a tres personas por día en promedio, en los 75 días que van de este año son 4.6 personas al día las denunciadas como desaparecidas, según datos oficiales recolectados por el periodista Darwin Franco. Hablamos de un aumento de 50% en el número diario de desaparecidos, especialmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Si reconociéramos el terrible dolor y angustia que un desaparecido genera en su familia y entorno, tal vez podríamos reconocer que es el principal problema que enfrentamos como sociedad. Pero los distintos gobiernos no reaccionan ante este problema. Al contrario, lo han ignorado criminalmente como se hizo en el gobierno de Emilio González Márquez, o se subestima y se actúa negligentemente como se ha hecho en el actual gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz. Y los gobiernos municipales deben de dejar de lavarse las manos en los casos de desaparecidos.
La gravedad del tema debiera modificar las agendas políticas de partidos y gobiernos, y convertirse en prioridad en las plataformas, planes de gobierno y políticas púbicas. Se habla de seguridad, pero es la seguridad patrimonial, y no para las personas. Los gobiernos de todos los niveles y todos los colores destinan más recursos a cuidar el dinero de los bancos, o a buscar autos robados que al robo y sustracción de personas. Es indignante.
La ola de levantones y desapariciones que estamos viviendo debiera merecer respuestas inmediatas, conjuntas y rápidas de todos los niveles de gobierno.
Con todos los recursos materiales, tecnológicos y financieros que la sociedad entregamos a los gobiernos, éstos deberían atender todos los casos reportados, sean o no denunciados, y desplegar operativos para detener o inhibir a las personas o grupos organizados que levantan y desaparecen personas como parte de una trama del negocio ilegal. Y deben actuar contra policías o servidores públicos que sirven a esta cara del crimen organizado.
Entre tanto, debemos auto protegernos: autoprotección en las familias, los barrios, colonias, organizaciones y redes sociales. Todos debemos salir en defensa de todos cuando veamos un caso de intento de levantón o desaparición. Ante la insensibilidad e incapacidad de los gobiernos para detener las desapariciones, por ahora la mejor respuesta es la autoprotección de la sociedad.


Continúan  tragedias en carretera

**Muere un bebé en percance carretero en la autopista

Miércoles 16 de Marzo
Un accidente carretero cobró la vida de un bebé de un año de edad y dejó a su madre gravemente herida, además de otra mujer que también resultó lesionada, todos integrantes de una familia originaria de Tecomán, Colima. El vehículo participante en el percance que se registró en el kilómetro 28 de la autopista Guadalajara-Colima, es una camioneta Chevrolet, Sonora, placas del vecino estado de Colima. El menor fue identificado como Julián Daniel Naranjo Contreras, mismo que falleció cuando era trasladado al hospital. Las mujeres lesionadas son la madre del menor Ana Karen Contreras Parra, de 27 años y Teresa de Jesús Álvarez, de 41 años de edad. Elementos de la Unidad Municipal de Protección Civil, paramédicos de Zacoalco y de la Cruz Roja, acudieron al lugar del accidente y atendieron a los lesionados.  (Armando Colima).
Cómo se destruye patrimonio arquitectónico de Sayula

Sólo basta observar cómo “remodelaron” con espantosas cortinas la fachada lateral de la “Casa Vieja” para saber de la manera en que se destruye el patriomonio arquitectónico de Sayula.