lunes, 5 de octubre de 2015

Cumplió 96 años Doña Francisca 

Grajeda Flores



Este 17 de septiembre cumplió ni más ni menos que 96 años, doña Francisca Grajeda Flores. Madre de 11 hijos, entre los cuales se cuenta nuestro amigo y colaborador Rodrigo Carrión Grajeda, fue festejada como se merece, esperando que cumpla muchos años más de vida. Felicidades.
Especial para Horizontes...
Sayula, de joya colonial a paradoja postmoderna
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa 

Quien lee esta investigación,  no debe equivocarse, al igual que cuando hablamos del Tzaulán indígena, no estamos hablando del concepto actual de tales términos. Esta investigación, en sus últimas entregas, no refiere al actual Sayula, sino al Sayula histórico. No habló, al referirme a su arquitectura y estructura urbana,  a la actual amalgama kitch sin ningún tipo de planeación, que hasta hoy y a lo largo de los últimos años del siglo pasado se han acumulado en una mancha urbana producto del capricho, la necesidad y la absurda idea de modernidad que apuró una destrucción irracional de nuestro patrimonio arquitectónico, y con él nuestra preciada identidad. Nada tiene de edificante, para quien ha nacido en este lugar, los balcones de las fincas sobre el banquetón y el largo de la primera cuadra de la Avenida Ávila Camacho Oriente, por su puesto también, la horripilante gasolinera (lo mismo la que se encuentra en la avenida Juárez esquina constitución, que en los setentas se edificó tras demoler una hermosa casona antigua) y algunas fincas fuera del estilo colonial en dicha calle son un insulto, como otras en el primer cuadro del centro histórico, para el espíritu que fundó esta ciudad.
No podemos dejar de mencionar  otro de los atentados a la belleza de la joya colonial que es Sayula: el horrendo cajón que substituyó a la plaza de comercio llamado "mercado Juárez" ó  el kínder Celso Vizcaíno, que se edificó sobre el jardín del mismo nombre frente ¡al atrio del siglo XVII de San Roque! Todo lo cual no puede ser sino producto del la ignorancia, la ambición y el mal gusto de dueños de predios y autoridades supuestamente "Modernizadoras". Quienes plantados en lo absurdo del ideal de "Progreso",  perpetraron daños irreversibles al patrimonio común, como la destrucción del teatro Cueto; como la horrible restauración de fincas coloniales a capricho de nuevos ricos con educación de primaria; así  como las pretensiones snobs de autoritarios presidentes municipales que impusieron su visión muy particular, desinformada y bizarra,  de la estética colonial a las calles del centro histórico. Llegando al colmo del ridículo, se ha organizando un certamen de reinitas de belleza en el templo de la tercera orden ¡del siglo XVII!  Así mimos se pretendió en su momento, utilizar la parte abandonada (basurero frente al CBTA) del centro ceremonial Santa Inés como pista de motocrós, usando las pirámides del año 600  como ¡rampas de salto! Afortunadamente habrá que agradecer a aquellos que preservaron fincas y calles, para que hoy podamos al menos darnos una idea de lo señorial del Sayula colonial. Desgraciadamente, por otro lado, no pasó lo mismo con el patrimonio prehispánico; y salvo, de nuevo la ignorancia en escena, el centro ceremonial Santa Inés, confundido con cerritos, se salvó del "Progreso" por tal peculiaridad que sirvió de esparcimiento para las familias acomodadas de la localidad a mediados del siglo pasado, que encontraron placer en disfrutar de días de campo en ese lugar. Con excepción  del parián, todas las modificaciones a la arquitectura colonial de Sayula, muestran nuestra ignorancia y poca cultura como ciudad. Por las siguientes razones:
De acuerdo al archivo general de indias, Sayula es uno de los asentamientos coloniales más viejos del continente. Sólo Veracruz, primera ciudad fundada por los españoles en 1519, es más vieja que Sayula. Colima, Atenquera (Oaxaca) y  San Cristóbal de las Casas (Chiapas) fueron fundadas el mismo año que Sayula 1522. Guadalajara en 1542; Puebla en 1535; Taxco (Guerrero) en 1529; Culiacán (Sinaloa) en 1531; Querétaro en 1550, por mencionar las más viejas de territorio nacional; en Sudamérica, todas la ciudades españolas son fundadas después de 1550; y en norte América ni mencionarlo, las más vieja ciudad española, o inglesa que  difícilmente se acercaría a la fundación de Sayula en cien años. Querer modernizar las edificaciones del siglo XVI en Sayula es de ignorantes, sólo por esto. Sayula fue parte de una estrategia política de la corona en su actividad colonizadora, explicada ya en anteriores entregas. Lo poco que se ha rescatado es de incalculable valor, así como lo que se ha perdido: La actual remodelación de una casona colonial en el centro histórico de Sayula, por ejemplo, en la que trabaja el joven Arquitecto sayulense Francisco Orozco, ha dejado al descubierto hermosos muros del siglo XVI. El joven profesionista atinadamente, pero no sin oposición hasta oficial en su momento,  intenta preservar, junto con el estilo de la finca, éste legado de incalculable valor patrimonial para Sayula y los sayulenses, sin más motivación que su propia conciencia.
"Detrás de la fachada majestuosa de la ley y de las prácticas vulgares de la política real, una red de pueblos coloniales y sus habitantes dinamizaron la vida de la América colonial. El imperio español, nos dice Francisco Romero, historiador argentino, se convirtió en una red de ciudades que dominó a las áreas rurales… Eran fundadas como acto político, para ocupar la tierra y establecer los derechos de conquista. Pero ninguna ciudad podía ser considerada legítima si no la precedía la ley. La ciudad tenía que ser imaginada, fijada en la ley antes de ser fijada en los hechos. La forma de la tradición romana tenía que preceder a la realidad y mantenerse por encima de ella. La ley de la ciudad producía el hecho de la ciudad. Y en seguida, la ciudad procedía a irradiar desde su centro el poder español subyugando a la población indígena… La ciudad se trasformaba en el centro de la nueva cultura" (Carlos Fuentes; el espejo enterrado.)
Sayula no sólo fue un centro urbano español, era la avanzada civilizatoria en el nuevo mundo; no era una necesidad de agruparse solamente del conquistador, sino un modelo prefabricado del espíritu española, fundado en la ley. La Sayula colonial fue un centro no sólo administrativo, con todo lo corrupto que pudo haber sido durante la colonia debido a la encomienda, sino un centro cultural de difusión de la cultura occidental. Como tal, hombres de ciencias y letras, vinieron hasta estos confines del imperio español, para cumplir el ideal de las políticas de la corona.  Principalmente clérigos, los intelectuales españoles, versaban en la ciencia y las humanidades de su tiempo. Básicamente la ciencia que traína era la escolástica medieval del Trivio: gramática, retórica y lógica; y el Cuadrivio: Geometría, aritmética, música y astronomía.
     En el ideal de santo Tomás de Aquino, se sumaban el derecho romano y la filosofía platónica a este modelo que sobrevivió 300 años en América. De este modelo se aprendió que el valor supremo de la política es el bien común. El cual se da en la unidad, por lo que el pluralismo es un estorbo. Esta unidad se alcanza gracias a la monarquía: una patria, un rey, una religión. El rey es rey por gracia de Dios, y tal gracia es dada  sólo través de sus representantes en la tierra, los clérigos, la iglesia. Ésta, como depositaria legítima de la verdad divina, negaba cualquier intervención ajena o individual a la verdad revelada. El Sayula colonial era un Sayula docto en el escolasticismo, conservador y formalmente anti liberal. Las formas de tenencia de la tierra y la opresión autoritaria, eran formas corruptas y proscritas por la ley y la razón; sin embargo se dieron, entrando en una relación dialéctica con la ley, observada por la burocracia colonial y clerical aquí asentadas, enfrentadas con la tradición encomendera de los descendientes de conquistadores y aventureros oportunistas. Sin embargo, no era una ciudad de paso en las fronteras del imperio, ni una ciudad de busca fortunas alrededor de una mina. Era un centro de civilización y avanzada en tierras paganas.
"Nunca, desde los tiempos de los romanos, desplego nación alguna tan asombrosa energía como España lo hizo en la fundación del Nuevo Mundo. Las distancias eran enormes; las riquezas gigantescas; pero nada detuvo a los españoles en su empuje hacia el norte, hasta lo que hoy es California y Oregón; y hasta el sur, hasta la punta misma del continente, la Tierra de fuego. Pero al fin de dominar tanto la distancia como la riqueza, era preciso fundar ciudades, desde San Francisco y Los Ángeles a Buenos Aires y Santiago de Chile. Y éstos no eran meros puesto fronterizos, sino centros urbanos de gran nobleza, permanentes, que reflejaban la decisión española de instalarse en el Nuevo Mundo "Para siempre"…los conquistadores no fueron motivados sólo por el hambre de oro, sino por la fantasía y la imaginación, que  a veces constituía un elíxir más poderoso…Su búsqueda de la fieras guerreras Amazonas del mito les condujo en un largo camino desde California, así llamada en honor a la reina amazona Calafia, a la fuente misma del gran río del mismo nombre en América del sur ¿Se equivocaron en su búsqueda de la fuente de la juventud en Florida, la tierra de las flores explorada por Ponce de León? La búsqueda de El Dorado, jefe indio pintado en oro dos veces al día, les condujo en cambio hasta Potosí, la mina de plata más grande del mundo. Y la búsqueda de las fabulosas siete ciudades de Cíbola llevó a Francisco de Coronado a su dramática peregrinación hasta el descubrimiento de Arizona, Texas y Nuevo México."  (Carlos Fuentes; El espejo enterrado)
A Sayula, como ya vimos, lo originó la búsqueda de las minas de oro de la Gran México Tenochtitlán, a donde partió Cristóbal de Olid, enviado por Cortés hacia el occidente, con guías nativos y  muchos de los mitos anteriormente mencionados rondando en su cabeza ¿Qué pensaría  al llegar al gran Tzaulán, luego de bajar la cuesta por el rumbo de Zapotlán? …
Más Sayula, en su fundación española fue producto de la civilización y la ley. La tradición científica y cultural, llegada hasta nuestros días, es evidencia de ello, y sus últimas manifestaciones están en los clérigos Severo Díaz Galindo y Rodrigo Alemán; en literatos como Juan Rulfo y Músicos como Francisco Cárdenas, y muchos herederos anónimos de esta tradición o pocos conocidos como el Doctor Figueroa.
    La paradoja es la mencionada al principio: que la ciudad fundada para la civilización y el arte, sea hoy ruina despreciable del progreso mediocre; tributo al olvido; añoranza impotente y vacua; botín de viles carroñeros; receptor pasivo de migraciones y saqueos; nido de insensibles y apáticos; hogar de cínicos hijastros; monumento a al ignorancia y la apatía histórica y sobre todo un lugar que en lo general se sigue negando así mismo negando su pasado o en el mejor de los casos insultando lo de valor que aún conserva, con cargo a una identidad que cada vez se parece más a la nacional: una caricatura de sí misma