lunes, 14 de septiembre de 2015

Especial para Horizontes...
El Mito de la identidad indígena en Sayula
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa 

La presente investigación para el semanario Horizontes, nos ha llevado a lo largo de varias entregas, por lugares desconocidos y perspectivas inéditas de la historia de la cuenca de Sayula, pero principalmente, de la localidad del mismo nombre, cuyo año exacto y lugar de su fundación, queda poco claro. Debido a que la versión, tanto de la fundación de esta villa española en el siglo XVI, como la crónica de su conquista, ha sido la versión del conquistador. Algunos aspectos importantes de la misma, han tenido el cuidado de no contradecir la versión oficial en la cual subyace el pensamiento cristiano-católico  e idealismo renacentista, éste último matizado por las luchas de poder entre el Imperio de los Habsburgo y  la nobleza ibérica que, junto a la emergente y temprana clase burguesa española,  resistía al totalitarismo centralista del Sacro Imperio Romano Germánico de Carlos V o Carlos I de España.
Las versiones a doc, se han reforzado hasta nuestros días sin reparar en la paradoja que presentan los documentos al contrastarse con la objetividad de estos dichos. Es solamente en un ejercicio de hermenéutica, nada sencillo, que se entre sacan hebras de ese tejido complejo  que es la verdad histórica de hechos  también complejos. Por ejemplo, contrario a lo que hemos investigado encontramos esta cita en el libro "El sur de Jalisco: identidad y riqueza cultural"; editado por El Archivo Histórico de Zapotlán el Grande, Jalisco en 2006; cuyos autores son dos cronistas locales y un investigador, Fernando G Castolo (Zapotlán), Federico Munguía Cárdenas (Sayula) y Alejandro Macías Macías, respectivamente:
"…Sayula, población que había sido en la época prehispánica, la cabecera de un importante pueblo prehispánico, el Tlatonazgo Tzaulteca, que comprendía los territorios ubicados entre Apango, Tapalapa, Teocuitatlan y Usmajac…" (Cita Macías Macías a Munguía Cárdenas).
La investigación arqueológica citada en está investigación periodística, no concuerda con lo anterior: No existió una población prehispánica llamada Tzaulán o Sayula, Tzaulán era una región que comprendía varias comunidades y rancherías indígenas a lo largo de 700 kilómetros cuadrados en torno al vaso lacustre de la Laguna de Sayula; Historiadores como Thomas Hillerkuss, citando el Archivo General de Indias en Sevilla, España, nos cuenta que los conquistadores no encontraron centros urbanos prehispánicos en lo que después vendría a llamarse la provincia de Ávalos, y concuerda en esto con las investigaciones arqueológicas de la zona, al decir también que eran pequeños asentamientos y rancherías aisladas. Nos cuenta cómo el pablado de Tepec municipio de Amacueca, fue un recogimiento de indios, es decir fundado por españoles, para agrupar a los indígenas en pueblos "grandes" controlables, por razones administrativas y militares. Sayula fue fundada dos veces en dos lugares diferentes y dos fechas diferentes (1522 y 1545); fue desde sus inicios una villa española, no un recogimiento, ni un poblado prehispánico refundado por españoles.
Hemos dicho aquí que los indígenas naturales de estas tierras, probablemente se extinguieron a principios del siglo XVIII, tesis nuestra. Sin embargo este mismo libro, cita A Munguía Cárdenas quien dice, de acuerdo a sus fuentes, no señaladas en esta ocasión que, en 1879 la población indígena de Sayula era de 5,205 Personas; mientras la población total era de 11,955; es decir poco menos que la mitad de los habitantes de Sayula.  Dato que contrasta con la investigación del historiador George Kubler, quien nos dice que para principios de 1600, la población indígena en todo el país era de un millón setenta y cinco mil Personas, según censo de la época, la mayoría concentrados en el sur este y centro del país (George Kubler, "Population Movemenets in Mèxico (1520-1600)" . Hispanic American Historical Review, Drgham. 1942, vol. XXII, p. 635), un décimo del total de la población natural a la llegada de los españoles cien años antes. Si 279 años después, la recuperación de la población indígena hubiese sido importante, el dato de Munguía Cárdenas no sería tan contrastante. Pero no fue así, sí existió una ligera recuperación de la población indígena, pero no se comparó el incrementó de la población mestiza. Por ejemplo, en mi archivo personal poseo información genealógica de mi familia paterna quien ha vivido en Sayula, de acuerdo a estos documentos, desde 1770 por lo menos; mi tatarabuelo de oficio obrajero textil, Antonio Carreón Madrueño, nacido en 1830 en Sayula; se casó en 1850 con mi tatarabuela Juliana Silva Luna, nacida en Sayula  1834. Sus hijos: Silvestre (1859); Margarito (1860), Estéfana (1867) y Espiridión (1872) cuyas actas de nacimiento se encuentran en el registro civil de Sayula  (el registro civil si instauro en México en 1859), dan cuenta que ni el padre ni la madre ni los abuelos de estos,  son de raza indígena; es, según mis datos, hasta los bisabuelos de estos antepasados míos, donde se encuentra un pariente europeo criollo (no sabemos si era de origen español o francés, por el apellido): Doña María Yuseles (o Jusiles, no es legible el apellido en el documento) que nació en 1770 (no sabemos si en Sayula, no hay datos). Pero del lado indígena de mi familia, a pesar de los rasgos étnicos evidentes, no tengo registros, pese a los datos con fechas de mitad del siglo XVIII. Lo que demuestra que la población en Sayula efectivamente, desde por los menos el siglo XVIII, era mayoritariamente mestiza y española, en ese orden. Por lo que hablar de la mitad de los habitantes de Sayula en 1879, como indígenas, es polémico, por lo menos. Quizás esto tenga que ver con la tradición clasista en Sayula, el término "indígena" o "indio" se pudo haber aplicado a las clases marginales, indistintamente, aunque más bien fueran mestizos pobres.  De allí que éste mismo libro sigue hablando de tradiciones indígenas, cuando en verdad estas son producto del sincretismo cultural del mestizaje. La cultura indígena de la zona de Sayula, murió con la resistencia indígena;  las citadas tradiciones "indígenas" en Sayula, no son equiparables a las tradiciones de los indígenas nahuas en Tuxpan Jalisco, por ejemplo. Este tipo de datos, que se toman sin las reservas del caso, para fundamentar tesis sobre la identidad del indígena y luego del mestizo en Sayula, se alejan de la objetividad, obedeciendo a un discurso occidental idealizado del "buen salvaje" para mitificar el estatus quo del poder y la posesión de la tierra, en la tradición autoritaria del sur de Jalisco.
Retomando datos de este mismo libro, leemos la definición de identidad de Gerardo Giménez y los elementos de la identidad colectiva según Larraín. Citados por Macías Macías:
"Identidad es el conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores, símbolos, etc.), a través de los cuales los actores sociales (individuos o colectivos) demarcan simbólicamente sus fronteras y se distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados"
"La identidad colectiva se conforma a partir de tres elementos: I) Las categorías sociales compartidas.  II) Los elementos materiales a través de los cuales los seres humanos proyectan su ser y sus propias cualidades, permitiéndoles pertenecer o tener el sentimiento de pertenencia a una comunidad. III) La definición del sujeto desde el punto de vista de cómo lo ven los otros tanto porque tales opiniones son interiorizadas por el individuo; como por que a través de los otros éste adquiere un carácter distintivo y específico"
La identidad indígena del siglo XVI en Sayula, aún poseía la tierra, que le daba los elementos que preservaban en gran parte  esa identidad; sus valores, símbolos y representaciones, estaban siendo destruidos por el conquistador español, y substituidos por otros; así como su estructura y contexto social. Su modo de organización social colectiva fue anulado por la conquista, sus líderes fueron asesinados o cooptados  por el invasor; la gran Tzaulán fue destruida y substituida por los recogimientos y la gran encomiendo de la Provincia de Ávalos; los indios eran vistos por los conquistadores como seres inferiores, esclavos a explotar, enemigos y obstáculos para el progreso. Como vemos, de acuerdo a esto y a las definiciones anteriores, la identidad indígena en Sayula Desapareció con su último bastión: la posesión comunal de la tierra, que fue defendida hasta el final. Luego de esto, no se puede hablar de identidad indígena, sino de rasgos indígenas importantes en la cultura mestiza de Sayula hasta la actualidad. La prueba son los terratenientes que substituirían a los encomenderos que terminaron por arrebatar la tierra a los indígenas y condenarlos a la extinción como pueblo y cultura. La historia de estos y los propios indígenas, nos ha sido contado por los descendientes ilustrados de estos terratenientes, un mito que se contradice con documentos y hechos fácticos aún hoy comprobables. Si la conquista del Tzaulán Indígena fue pacifica, la extinción de este pueblo y su cultura, fue un genocidio a parte de un crimen de lesa humanidad. Los datos dicen que los indígenas se resistieron de múltiples formas y en múltiples frentes. El indígena de esta zona, fue un ser humano cabal, inteligente, laborioso, valiente y con un profundo sentido de identidad, que enfrentó en desventaja la ambición y mezquindad de un invasor que terminó por extinguirlo como ente social, cultural y étnico. De este ser humano ni bueno ni malo, sino complejo, hay pocos estudios serios y una cantidad ingente de mitos.