La fundación del Sayula colonial y la resistencia del Sotyómet Indígena
Reportaje e investigación de Rodrigo Sánchez Sosa
En nuestra investigación periodística a lo largo de varias entregas pata Horizontes y la red mundial de Internet, hemos informado al lector, de los habitantes de esta región de la cuenca de Sayula desde "el cerro de la difunta" hasta "el cerro del escapitl" en un periodo de casi tres mil años antes de cristo, hasta el año 900 de nuestra era en que, la cuenca de Sayula fue sumada al gran imperio náhuatl. Aventurándonos en hipótesis sobre su religión organización, social, económica y política; de acuerdo a lo que se ha investigado en estudios que se han llevado a cabo desde los años cuarenta del siglo pasado en toda la cuenca endorreica, por parte de arqueólogos, geógrafos, historiadores y biólogos.
Sin duda una de las hipótesis más arriesgadas de este trabajo fue sugerir que Sayula como tal, antes de la llegada de los españoles, no era un conglomerado urbano habitado por indígenas, sino la cuenca misma, con la que se identificaban sus habitantes quienes no vivían en núcleos densos de población, sino en pequeñas comunidades conectadas en redes económicas, políticas, religiosas y sociales a lo largo de los 700 kilómetros cuadrados de la cuenca lacustre, bajo un señorío vinculado con el imperio náhuatl como parte de su frontera occidental; pero con particularidades culturales que diferían de la metrópoli azteca en el corazón de Mesoamérica.
Los registro arqueológicos nos llevan a inferir que, la importancia de la religión náhuatl-tolteca, solo tuvo relevancia a partir del 900 de nuestra era, que coincide con la construcción del centro ceremonial Santa Inés, que este a su vez es un calendario y reloj orientado por el sol, la luna y las estrellas (hoy ignorado y abandonado), y dedicado posiblemente a Quetzalcoatl. El descubrimiento en la parte baja de la cuenca de una fijurilla del tlaloc, nos muestra la importancia de estas deidades toltecas en la vida de las personas que habitaron la región antes de la llegada de los españoles. Incluso, la cabeza de piedra que recientemente nos ocupó, nos muestra que otra deidad azteca era significativa para los naturales de esta región Ehacatl, o dios del viento, y que reafirma su vocación guerrera.
Esto último contrasta con un hecho documentado durante la conquista, los habitantes originales de la zona, se sometieron pacíficamente a los conquistadores españoles al arribo de estos en el año de 1521 por el mes de diciembre; increíblemente, el mismo año en que Hernán Cortés toma militarmente Tenochtitlan, la ciudad capital del imperio náhuatl, donde mueren 150, 000 indígenas entre hombres mujeres y niños. 5 meses después de que los españoles tomaran Tenochtitlán, llega su primo, Alonso de Ávalos a la cuenca de Sayula por el lado de Mazamitla, y ¡es recibido en paz! Un año más tarde el 22 de diciembre de 1522, de Ávalos funda Sayula como la capital de la Provincia de Ávalos. Las crónicas así lo relatan:
"Poco antes de la llegada de los peninsulares ( a esta zona) se escenificó la última batalla (indígena) de la que conservan detalles precisos. El señor de los purépechas Tzintzincha, mejor conocidocomo Caltzontzin, quiso de una vez por todas apoderarse de estas tierras (bastión Náhuatl) e invadió con un ejército el territorio. Una columna de sus hombres penetró triunfante en Tonalá, dirigiéndose otra a Sayula en donde gobernaba Cuantoma. Al conocer el señor de Colima esta invasión se alió con los gobernantes y caciques de Xicotán, Autlán, Cocula, Sayula, Zapotlán, Zapotitlán, Tamazula, Chapala y Cosalá.
Marchó directamente a Zacoalco y organizó otra columna para que se dirigiera a Xochitepec (hoy Magdalena). Los ejércitos coaligados obtuvieron la victoria en Zacoalco y Xochiltepec, persiguiendo a los invasores supervivientes hasta Tlajomulco, en donde fueron aniquilados por completo. Entonces el monarca de Colima se volvió contra sus señores y caciques aliados, sometiendo a sus dominios a Zapotlán, Autlán y Amula. En 1521 Alonso de Avalos llegó a esta zona. Los señoríos de la región, esperando sacudirse el yugo colimote, lo recibieron en paz.." (La Provincia de Ávalos; F. Munguía C)
A pesar de las crónicas no se da cuenta de rebeliones luego del sometimiento. Cosa que extraña por el abuso de que serían objeto los naturales por parte de los españoles, luego de sometérseles. Incluso hay una placa gravada en piedra en el atrio de la parroquia de Sayula que da cuenta de la conversión y bautizo de Cuatomac Señor deSotyólmet (Sayula)al cristianismo con el nombre de Hernando Cuatomac.
Pero, hasta donde se sabe, no hay información de sus descendientes o lo que pasó con las familias nobles del señorío de Sayula. Lo más probable es que fueran exterminado junto con la elite militar de la zona, para que los españoles afianzaran su domino. Sayula originalmente fue fundado en Santa Inés, ya que no existía propiamente un conglomerado importante que así se llamará, fue desde su orígenes una villa española ya que, se cuenta en las crónicas que los habitantes de la Sayula española, se quejaron ante las autoridades reales, de que el Sayula originalmente fundado quedaba lejos del camino real, o ruta de comercio colonial, y fue cambiado a su actual ubicación:
"Una Real Cédula del 22 de diciembre de 1522 dice que Don Alonso de Avalos fundó la ciudad de Sayula como capital de la Provincia de Avalos. Pasó luego a ser dependencia de la Nueva Galicia, sujetándose a Compostela en 1549 y a Guadalajara en 1580.Su primer sitio fue en las lomas de Santa Inés; pero el 15 de abril de 1646 por concesión del rey y a petición de los antiguos pobladores que pidieron que la antigua Sayula se cambiara por haber estado en un lugar apartado del camino real y en un territorio incómodo y fragoso. Se le dio por disposición real el nombre de San Francisco de Sayula; asimismo se determinó que la población se situara en el llano de Altept-Xomolyotl. "(Idem)
124 años duró la primera Sayula en las lomas de Santa Inés, fundada allá por los españoles posiblemente por estar cerca de un sitio importante cívica y religiosamente (si la crónica se refiere a la actual Santa Inés), para los habitantes de Sotyólmet o la cuenca lacustre así llamada, y es muy probable que al principio fuera solo un fuerte militar empalado que resistía el ataque de rebeldes indígenas que se oponían a la presencia española, a pesar de lo que las crónicas cuenten.
No hay, hasta donde se sabe construcciones españolas en esa zona, ni se sabe de vestigios de las mismas, pues las crónicas no dan el lugar exacto del emplazamiento español en Santa Inés. El hecho de que en 124 años, no fueran construidas casas coloniales en el primer emplazamiento, puede deberse a que, la cronología está equivocada o "lomas de Santa Inés! es un sitio distinto al que hoy se conoce.
Por otro lado, la casa habitación de Alonso de Ávalos, aun en pie en el actual Sayula en las esquinas de la calle Porfirio Díaz e Independencia, casa que al menos la tradición dice le perteneció, choca con las anteriores versiones, pues a la fundación en 1646 del actual Sayula, Alonso de Ávalos no podría haber estado vivo.
Lo más seguro es que la resistencia y pacificación total de Sayula se lograra en mucho tiempo, quizá 100 años, y que las crónicas sean mitos españoles. Es probable que, la poquísima población de naturales durante la colonia, y la nula existencia de esa población hoy, nos hable de una valiente resistencia y el exterminio de la misma y sus actores.
Nada, excepto el centro ceremonial Santa Inés, quedó en pie de las construcciones indígenas precolombinas, todo fue arrasado, lo que pone en duda el sometimiento pacifico de Cuatomac y su estado mayor, los nobles indígenas y los valientes guerreros sayultecas.
La Sayula actual, está trazada y construida como una ciudad europea española del siglo XVII, sin vestigios indígenas que no sean estilo en la mano de obra en sus casonas coloniales. Ello nos podría hablar del carácter profundo de la Sayula española que fue fundada en la exclusión y el despojo, pero también del Sotyólmetindígena que ofreció resistencia valiente hasta el último momento y no sometimiento incondicional.
